Fracaso - Cuento

Another drawing of Dinosaurs

Pues bien, sé que necesito trabajar más en mis dinosaurios, pero ya saben, la práctica hace al maestro

Otro cuento de Dinosaurios:


F.R.A.C.A.S.O
Oscuridad: Negrura incomprensible. Noche sin luna. Día sin Sol. Estrellas sin esperanza.

Aquel manto negro lo rodeaba, gritándole con un espantoso silencio que abandonara todo, que se dejara llevar, ¡que apagara de una buena vez su maldita luz! Para poder tomarlo entre sus brazos, para poder guiarlo en el apacible sueño de la muerte...

... Y él se estaba dejando; era reconfortante, ya no había dolor, ni gritos, ni desesperación. Sin embargo, algo lo perturbó: Un pequeño, casi imperceptible roce en su pata. Una llamada, apenas audible. Y esa voz, y ese toque, fueron suficientes para hacerle regresar; regresar a su dolor, a un mundo que antes parecía lejano.

El dolor se hizo más fuerte. Estaba recostado sobre algo tibio, húmedo, que en seguida reconoció como su propia sangre. Cerca estaba tendido el cuerpo inerte de su oponente.

El final de la batalla.

- Tiwaz.-

El llamado de nuevo. Giró la cabeza y vio a las crías, agazapadas todas juntas, temblando de miedo. Solas.
- A que ha sido impresionante, ¿no?-

No respondieron. Él moría y ellas lo sabían. El depredador había acabado con todo el clan, lo único que quedaba eran esas seis temerosas criaturas. Intentó levantarse, aunque fue inútil, su cuerpo no respondía. Una oleada de dolor lo sacudió, provocándole convulsiones. Gritó y su voz se quebrantó en miles de astillas que subieron y cayeron en silencio. Tenía que vivir, no por él sino por ellas; si esas criaturas morían, todo vestigio de su clan, de su especie, moriría con ellas.

No podía levantarse. El dolor repentinamente desapareció, sustituido por un profundo cansancio.

- Tiwaz.-
- Ya voy.- Atinó a responder. Sus ojos se cerraban contra su voluntad. Quizás sólo necesitaba dormir un poco. Después tendría la fuerza suficiente para levantarse.
Sus sentidos fueron los primeros en dormirse. Sólo escuchó un sonido débil a un lado, algo que se abría y cerraba, masticando.
- ¡Tiwaz!-
- Ya voy.-
Rendido al cansancio se dejó caer en el profundo mar de la inconsciencia.
- Sólo un poco… -
FIN